Este blog pretende contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la cultura y de la sensibilidad territorial ante las múltiples manifestaciones de agresión y deterioro a que se ven sometidos los paisajes como consecuencia de actuaciones frecuente y deliberadamente insensibles con la calidad y los recursos que los identifican.


Desea significar el compromiso de la Geografía y de los geógrafos con la defensa de la calidad de los territorios
y

de las buenas prácticas en el ejercicio de la acción pública y en sintonía con los objetivos y principios contemplados

en el Manifiesto por una Nueva Cultura del Territorio.


Planteado también con fines didácticos, se concibe como un documento aplicable a la docencia, así como un espacio de encuentro, comunicación y debate con los estudiantes y profesores de Geografía, y con quienes se interesen

por la evolución y los métodos de esta disciplina, por la utilidad e importancia de la información geográfica,

por su dimensión aplicada y por las políticas relacionadas

con la Ordenación, el Gobierno y el Desarrollo del Territorio.


jueves, 17 de mayo de 2012

Preparando Rio+20 desde el NOA argentino





El inmenso ruido que está provocando la crisis económica eclipsa la importancia de acontecimientos de alcance internacional que no deben ser relegados a la indiferencia o al menosprecio. Veinte años han transcurrido ya desde la celebración de la Primera Cumbre de la Tierra, que tuvo lugar en Río de Janeiro y que marcó un hito en la evolución de la sensibilidad por los problemas ambientales. Rio+20 prolonga la experiencia en el tiempo con un programa tan ambicioso como incierto. 


Hacer un seguimiento de lo que han significado estas Cumbres a lo largo de estas dos décadas ayuda a comprender ese panorama contradictorio en el que se desenvuelve el mundo contemporáneo, marcado por la contraposición entre deseos y decepciones, entre promesas e incumplimientos. Con todo, constituyen referencias esenciales a las que hay que acudir aunque sólo sea para comprobar los avances teóricos y metodológicos alcanzados en el tratamiento de este tipo de cuestiones y de qué manera las sensibilidades sociales se han decantando, con mayor o menor convencimiento, en esta dirección. Interesa destacar que, aunque la organización del evento concede un protagonismo a las entidades gubernamentales de los Estados que acuden a la convocatoria, no hay que pasar por alto la iniciativa desplegada por grupos y asociaciones, que logran movilizar en torno al acontecimiento las ideas con las que se trata de imbuir en la sociedad la preocupación por los problemas planteados a escala planetaria y que también les conciernen directamente. 

Me ha llamado la atención, y por eso lo comento aquí, la acción llevada a cabo con este propósito por un grupo de ciudadanos residentes en una de las regiones más críticas del Cono Sur latinoamericano. Bien conocidos son los problemas – de pobreza, desigualdad, medio ambiente – que aquejan al Noroeste Argentino, al NOA, del que forman parte las provincias de Catamarca, Jujuy, Salta, Santiago del Estero y Tucumán. La idea de poner en marcha una Conferencia de Desarrollo Sostenible del NOA, con el expresivo nombre Rio+20+NOA=VOS y sustentada en una interesante reflexión teórica y operativa, significa un empeño encomiable por lo que supone de implicar a la ciudadanía en un compromiso colectivo sobre cuestiones que trascienden su ámbito estricto de reflexión aunque es obvio que cuanto se plantee en Rio+20 debe asumir las propuestas y reflexiones que emanen de los niveles locales y de los procesos de vertebración socio-cultural que en ellos se fragüen.  

sábado, 5 de mayo de 2012

Hacia una profunda transformación de la estructura municipal en España: un proceso de gran trascendencia para la ordenación territorial


Un pequeño municipio: Valmala (Burgos)

La dimensión de la crisis económico-financiera en la que está sumida la mayor parte de los países de la eurozona no sólo provoca la adopción de medidas que, en aras de la disminución del déficit y de la deuda, está ocasionando un debilitamiento frenético e  imparable del sector público (con enormes y posiblemente irreversibles costes sociales), sino que al tiempo sirve como pretexto justificativo para el despliegue de una ideología decidida a  someter a revisión el modelo de solidaridad vigente y a poner en entredicho las estructuras administrativas del Estado. El debate está abierto y, por lo que se ve, no hay institución ajena a su implacable estimación crítica, con previsiones que anticipan cambios sustanciales, y que probablemente no estarán exentos de conflictos. En principio, nada habría que objetar a la consideración de un enfoque valorativo riguroso sobre los problemas que afectan a la articulación, a la operatividad de su escala  y al funcionamiento de las instituciones, siempre y cuando la finalidad no sea otra que la de mejorar los mecanismos de gestión, evitar las situaciones de costo excesivo, armonizar sus pautas de cooperación y garantizar el mejor servicio a la ciudadanía.
Vientos de ajuste soplan, en efecto,  cuando de readaptar el modelo autonómico se trata, contemplando incluso la devolución de competencias a la Administración Central del Estado; en el punto de mira, y con la pretensión de evitar duplicidades, aparecen las cuestionadas Diputaciones en las Comunidades de carácter pluriprovincial; el proyecto de configurar demarcaciones judiciales mediante agrupación de juzgados marca una nueva senda en la administración territorial de la justicia; y, como no podía ser de otro modo, la aplicación del escalpelo afilado amenaza también con modificar a fondo la prolijidad del entramado municipal, que apenas ha experimentado modificaciones en las últimas décadas y al que se atribuyen carencias disfuncionales en virtud de su atomización y del escaso nivel de acomodo que actualmente ofrecen en el contexto de un modelo organizativo de la estructura de gestión local caracterizado por la concentración demográfica y por las exigencias que impone una distribución más eficiente de los recursos para atender la demanda de servicios de acuerdo con los criterios de calidad que precisa la sociedad actual. 



Llegan informaciones de que el Ministerio de Hacienda contempla la reordenación del complejo municipal sobre la base de un umbral mínimo de referencia de 5.000 habitantes, estableciendo así una drástica divisoria por debajo de la cual se sitúan 6.796 ayuntamientos, es decir, el 83,7% de los 8.116 existentes en España. Pasos decididos se están dando en esta dirección, que también prevé la modificación de la Ley de Bases de Régimen Local y la reordenación de las competencias asignadas a los Ayuntamientos y a las Diputaciones Provinciales. Precisamente en estos términos se plantea la situación de las Entidades Locales en el Programa Nacional de Reformas 2012, donde se indica que "han ido asumiendo a lo largo del tiempo competencias más allá de las establecidas en su normativa reguladora, lo que ha supuesto cargas presupuestarias muy elevadas, sin que estuviera garantizada adecuadamente su financiación. Adicionalmente, el cuadro competencial actual resulta indefinido y confuso, y no garantiza la inexistencia de duplicidades".  Remitido a Bruselas, lo señalado en ese Programa se convierte en compromiso asumido, y no a largo plazo. 

Se trata de un tema decisivo, que sin duda ha de repercutir en la estructuración de la trama sobre la que reposan elementos y decisiones esenciales de las políticas públicas relacionadas con la ordenación del territorio. De momento, me limito a plantear la cuestión, que será desarrollada a medida que el proceso vaya cobrando entidad y se despeje la imprecisión que todavía se percibe en torno a tan importante tema, por más que sean numerosas y frecuentes las voces que denuncian lo que definen como una situación de despilfarro. Así se explica que algunas iniciativas hacen acto de presencia en esa dirección, como es el caso de la planteada por la Asamblea de la Comunidad de Madrid, que establece en 20.000 habitantes la cifra que, en su opinión, un Ayuntamiento debe tener para ser viable. 




No cabe duda de que, contemplado desde la perspectiva de la Comunidad de Castilla y León, en la que 2.189 de sus municipios no alcanzan la cifra de población señalada, la cuestión adquiere niveles de interés y de preocupación que no pueden quedar intelectualmente desatendidos, como lo demuestran los clamores surgidos en sentido contrario desde las esferas del poder regional y provincial.  El panorama a que se abre la región a este respecto puede ser traumático, por más que la simple advertencia de lo que se avecina anticipe que tarde o temprano actuaciones de calado van a tener lugar. 

martes, 1 de mayo de 2012

Avanzando en el conocimiento de los espacios fronterizos





Espacios transfronterizos en la Unión Europea: un mosaico complejo de cooperación interterritorial 


Cuando se puso en marcha la Asociación de Regiones Fronterizas de Europa a comienzos de los setenta todos los argumentos a su favor justificaron la necesidad de otorgar un reconocimiento específico a esos espacios en los que la frontera había marcado rupturas históricas más o menos pronunciadas y que, ya desvaídas en un contexto de paz e integración, podrían aprovechar las posibilidades de escala permitidas por el mejor conocimiento mutuo, por el aprovechamiento de los recursos compartidos y, en general, de las ventajas que derivan de la vecindad contemplada como soporte, potencialmente firme, de estrategias comunes de desarrollo, a ser posible con un horizonte a largo plazo y apoyadas en estructuras estables de cooperación.

La importancia y la difusión de la cooperación transfronteriza se ha convertido en uno de los aspectos esenciales en la Ordenación del Territorio europeo a través de experiencias múltiples que en los últimos años han comenzado a tener resonancia y merecer la atención del mundo latinoamericano. No en vano son el resultado de una dilatada trayectoria que, inicialmente promovida e impulsada con fuerte convicción por el Consejo de Europa, aparece asumida como una de las líneas esenciales de la política de cohesión territorial de la Unión Europea, desde que a finales de los años ochenta del siglo XX, para alcanzar su plena consolidación en la década siguiente,  acomete la organización y el respaldo financiero de  programas específicamente orientados en esta dirección (RECITE y TERRA) y aborda, mediante la iniciativa comunitaria INTERREG (A), un ambicioso plan de actuación que se prolonga sin solución de continuidad hasta 2006 para cobrar específica carta de naturaleza en el Objetivo “Cooperación Territorial” a partir del periodo de programación 2007-2013, y que a su vez coincide con la aprobación de una figura – las Agrupaciones Europeas de Cooperación Territorial - que ha de ser clave en el futuro como plataforma jurídica en la que apoyar el desarrollo de los programas.

Proyecto de Siega Verde: protección ambiental y patrimonial  en el Valle del Águeda (Salamanca)


El balance que pudiera hacerse de la dilatada ejecutoria de los programas operativos  y de los proyectos auspiciados en este sentido merece una valoración dispar y seguramente en numerosas ocasiones la autocrítica se impone como actitud obligada. Mas tampoco cabe duda de que, cuando se recorre el territorio no son pocas las manifestaciones que evidencian cambios significativos en el panorama global, fundamentalmente asociados a la mejora de las infraestructuras, la dotación de equipamientos públicos, el apoyo a las relaciones interempresariales con fines estratégicos, la rehabilitación y protección del patrimonio y la salvaguarda de los valores ambientales. Sin duda los problemas que aún subsisten son tan numerosos como complicadas las soluciones que pudieran plantearse para su corrección, aunque también es verdad que el conocimiento y valoración de  la experiencia acumulada ayuda mucho cuando se trata de entender la pluralidad de matices que ofrece la cooperación transfronteriza, muy mediatizada obviamente por las características del entorno donde se lleva a cabo, la capacidad de iniciativa desplegada, la calidad y envergadura de los proyectos, la movilización social que los respalda y la solidez del liderazgo en el que se sustentan.

Dentro de el amplio y heterogéneo elenco de escenarios donde puede apreciarse la realidad ofrecida por los espacios transfronterizos particular interés presentan los espacios situados a ambos lados de la frontera hispano-portuguesa, posiblemente una de las más críticas del territorio integrado europeo. Visitarla, conocerla de cerca, estudiarla, interpretarla y efectuar las aportaciones que contribuyan a hacer de ella un espacio de relación, buena vecindad y oportunidades son empeños acreditados por los Departamentos de Geografía de las Universidades de Castilla y León desde hace mucho tiempo. Los trabajos de las Universidades de Salamanca y de  León constituyen obras de referencia a las que hay que acudir necesariamente para encontrar luz y rigor en un panorama bibliográfico bastante heteróclito.


Desde el Departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid también se ha considerado oportuno asumir lo que estos espacios significan como documentos visuales de primera importancia para la formación de los alumnos. Si, en efecto y evocando a Antonio Machado, sólo es posible hacer camino al andar, nada mejor que poner a su disposición los elementos que lo hagan posible. Con este fin se han concebido dos visitas que acercan a sendos ámbitos de estudio con afinidades entre sí pero también con diferencias marcadas. En ello estriba precisamente la expresividad de estos espacios, repletos de matices en un entorno de coherencias y desafíos bien definidas. 






Profesores y alumnos del 3º Curso del Grado de Geografía y Ordenación del Territorio (Universidad de Valladolid) en el mirador de Sapinha. Parque Natural do Douro Internacional 


De un lado, la visita al valle del río Águeda ayuda a entender el significado integrador que proporciona una cuenca vertiente bien definida, con centro funcional en Ciudad Rodrigo y con elementos naturales de gran interés, cuyo análisis se plantea desde la perspectiva del tratamiento sostenible de los recursos, conforme a los objetivos y la metodología del proyecto que, en el marco del Programa Operativo de Cooperación España-Portugal, presentó a nuestros profesores y alumnos del Grado de Geografía y Ordenación del Territorio el Dr. Roberto Martínez-Alegría, profesor de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (Valladolid) y que se lleva a cabo en colaboración con el Instituto Politécnico de Castelo Branco.



Profesores y alumnos de Primero del Grado de Historia (Universidad de Valladolid) en la sede de la Fundación Rei Afonso Henriques (Zamora) 

Y, de otro, no hay que dudar del valor formativo que para los alumnos que inician el Grado de Historia tiene el conocimiento directo de esta realidad mediante la visita efectuada a la Fundación Rei Afonso Henriques, que desde 1994 acoge en Zamora las diversas manifestaciones de que es susceptible la relación académica, científica, empresarial y cultural entre Portugal y España, para tomar finalmente contacto con lo que representa la integración europea y el respaldo a las iniciativas transfronterizas plasmadas en la Agrupación Europeade Cooperación Territorial Duero-Douro, con sede en la villa salmantina de Trabanca.



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