Este blog pretende contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la cultura y de la sensibilidad territorial ante las múltiples manifestaciones de agresión y deterioro a que se ven sometidos los paisajes como consecuencia de actuaciones frecuente y deliberadamente insensibles con la calidad y los recursos que los identifican.


Desea significar el compromiso de la Geografía y de los geógrafos con la defensa de la calidad de los territorios
y

de las buenas prácticas en el ejercicio de la acción pública y en sintonía con los objetivos y principios contemplados

en el Manifiesto por una Nueva Cultura del Territorio.


Planteado también con fines didácticos, se concibe como un documento aplicable a la docencia, así como un espacio de encuentro, comunicación y debate con los estudiantes y profesores de Geografía, y con quienes se interesen

por la evolución y los métodos de esta disciplina, por la utilidad e importancia de la información geográfica,

por su dimensión aplicada y por las políticas relacionadas

con la Ordenación, el Gobierno y el Desarrollo del Territorio.


viernes, 13 de octubre de 2017

Patrimonio industrial en Valmaseda (Vizcaya)

 


Tranquilo, relajado, transcurre el Cadagua por tierras del sur de Vizcaya, provenientes del septentrión burgalés. Da la impresión de que no pasa nada, pero ha pasado tanto y tan deprisa. Me detengo a observar la importancia de ese rio en la industrialización vasca y me sorprenden las obras de ingeniería que jalonan su curso con el fin de aprovechar la fuerza motriz del agua. Proyectos espectaculares.


Hace 52 años visité con mi padre la fábrica de boinas La Encartada. Él las vendía en su pequeño comercio burgalés. Le invitaron a visitarla y yo le acompañé. Aquello iba a ser mi sino. Para mí, aquel lugar era el fin del mundo. Entonces - la fábrica- estaba a pleno rendimiento. He vuelto a esa factoria mitificada en la memoria y hoy convertida en impresionante testimonio de patrimonio industrial. Admirable, una maravilla, todo el ciclo integrado de la fabricación textil a partir de la manufactura de la lana. Duró cien años, de 1892 al 8 de agosto de 1992. Merece la pena verlo de cerca. Aún sigue produciendo electricidad mediante su salto de agua y que vende a Iberdrola, lo que genera un beneficio con destino al mantenimiento del museo.

Antes de llegar a ese complejo fabril he conocido casualmente en el paseo a Pancho Pastori, arquitecto y fotógrafo de Montevideo. Un artista interesante, la verdad. Son las sorpresas que los viajes sin guión previo proporcionan. Hemos departido durante un rato a la sombra de las escuelas mientras comentabamos la imagen inconfundible del Cadagua en Valmaseda, cabecera de la comarca vizcaina de Las Encartaciones.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Las últimas clases

 Fueron mis últimas clases. El último día de actividad como docente. Inolvidables experiencias, que tengo archivadas. Han pasado seis años y parece que fue ayer. Conservo los guiones docentes de aquel día. Geografía del Comercio y las Comunicaciones (los espacios ferroviarios) y Ordenación del Territorio (Metodos de Evaluación y Prospectiva en sistemas descentralizados). Como para perderlos. Siempre me tomé la profesión muy en serio. Ocurrió el 24 de mayo de 2017. Eran las 14 horas.




Mi primera clase tuvo lugar en el Aula Alonso Berruguete del edificio histórico de la Universidad de Valladolid el día 9 del mes de enero de 1972. He impartido la última en el día de hoy (24.5.2017) en el Aula que lleva el nombre de mi maestro, Jesús García Fernández, ya en el nuevo edificio, inaugurado en 1998. Salvo durante el cierre de la Universidad de Valladolid en 1975, no creo haber perdido más de diez clases en todo este período.



Finalizo mi actividad docente reglada con la satisfacción del deber cumplido, con el convencimiento de que de algo habrán servido mis explicaciones para las múltiples promociones de alumnos que he tenido la fortuna de tener delante, y al lado, de mí y también con la sensación de que el paso del tiempo,pese a haber aumentado inexorablemente la distancia generacional, no ha hecho mella en las ilusiones y esperanzas del primer día, siempre alentadas por el desafío permanente que supone el no perder nunca la perspectiva y el enriquecimiento personal que proporciona la juventud.
En fin, se acabó, Comienzo una nueva etapa, consciente de que, haga lo que haga, jamás podré desprenderme de lo mucho que me han aportado las experiencias adquiridas en la Universidad pública y los retos a que se enfrenta la enseñanza de una disciplina tan fecunda en contenidos y aportaciones como es la Geografía.

martes, 16 de mayo de 2017

La última excursión

Hace seis años.  Fue la última excursión. Luego vino la etapa jubilar. Nada ha cambiado y ha cambiado todo a la vez. No es algo contradictorio. Es la vida. Recuerdos selectivos, nuevos proyectos, nuevas esperanzas.

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