Este blog pretende contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la cultura y de la sensibilidad territorial ante las múltiples manifestaciones de agresión y deterioro a que se ven sometidos los paisajes como consecuencia de actuaciones frecuente y deliberadamente insensibles con la calidad y los recursos que los identifican.


Desea significar el compromiso de la Geografía y de los geógrafos con la defensa de la calidad de los territorios
y

de las buenas prácticas en el ejercicio de la acción pública y en sintonía con los objetivos y principios contemplados

en el Manifiesto por una Nueva Cultura del Territorio.


Planteado también con fines didácticos, se concibe como un documento aplicable a la docencia, así como un espacio de encuentro, comunicación y debate con los estudiantes y profesores de Geografía, y con quienes se interesen

por la evolución y los métodos de esta disciplina, por la utilidad e importancia de la información geográfica,

por su dimensión aplicada y por las políticas relacionadas

con la Ordenación, el Gobierno y el Desarrollo del Territorio.


miércoles, 25 de abril de 2012

Valiosas aportaciones de los estudiantes de Geografía latinoamericanos





“La propuesta de construir una revista simboliza una apuesta sensata por la inclusión, el debate y la integración de realidades disímiles, particulares y heterogéneas que son el resultado de la compleja especialización característica de nuestro continente.

Éstas deben convertirse en el eje articulador que establezca las directrices desde las cuales nuestra disciplina debe actuar con verdadero compromiso social. Además, el intercambio de experiencias en torno a un proyecto común es una excelente oportunidad para establecer un diálogo con otros, que, desde su diversas y complejas posturas, enriquecen el trabajo geográfico en tanto se constituye como una experiencia formativa para todos”.




viernes, 20 de abril de 2012

Reflexiones de un geógrafo en torno a Vitoria-Gasteiz, Green Capital 2012


Más allá del galardón o del respaldo acreditado que pueda darse a una ciudad para distinguir los méritos realizados para conseguirlo, el hecho brinda una oportunidad a la reflexión, a la clarificación y, si llega el caso, al debate. Nunca  se debe dar un tema por cerrado, por más que ofrezca indicios o pruebas evidentes de que el panorama ofrecido resulta satisfactorio en un momento determinado. La visión  crítica del geógrafo debe estar presente siempre ante el espacio que se expande ante su mirada, entre otras razones porque entiende que los procesos territoriales propenden  a la generación de tensiones y no están exentos, por tanto, de carencias o problemas que deben ser analizados con el debido rigor y, a ser posible, corregidos con la suficiente voluntad política y la necesaria sensibilidad territorial.
De ahí el interés que tiene la apertura de un campo de análisis y reflexiones sobre la experiencia de la ciudad española de Vitoria-Gasteiz, que,  entre otras funciones, desempeña la de acoger la sede del Gobierno del País Vasco, y que ha sido  reconocida como Ciudad Verde Europea 2012, amén de ofrecer un panorama urbano y urbanístico positivamente valorado dentro de la categoría de las ciudades medias. Las ideas que al respecto vierte el Dr. Ruiz Urrestarazu, Catedrático de Geografía en la Universidad pública vasca,  en el espacio creado con este fin por un medio de comunicación muy enraizado en esa tierra, son dignas de tenerse en cuenta tanto como aportación al conocimiento de aspectos interesantes de las realidades urbanas contemporáneas como desde la perspectiva de lo que supone esa experiencia concreta en el ámbito territorial en que se inserta.

viernes, 13 de abril de 2012

Conflictos en torno a los impactos ambientales de las infraestructuras: los aprovechamientos hidroeléctricos en la Patagonia chilena



Impactos ambientales de extraordinaria magnitud y gravedad van a afectar en muy poco tiempo a los paisajes y a la calidad ecológica del profundo sur del mundo. Es un problema que nos compete y ante el que debemos mostrar nuestra opinión, por más que los espacios afectados nos resulten remotos. En este mundo de interdependencias múltiples, no ha lugar a la ignorancia, al desdén o a la actitud irresponsable ante sucesos que nos conmocionan por su trascendencia. No importa dónde se encuentren, pues siempre nos serán próximos.


¿Cómo permanecer indiferentes a lo que el gobierno chileno perpreta en el extremo meridional del país, en el territorio que se identifica con el territorio de la Patagonia - concretamente en sectores correspondientes a las Regiones X (Los Lagos) y XI (Aysén) - , donde se han labrado algunos de los espacios naturales más bellos y espectaculares de la Tierra? Bien sabemos, porque la experiencia es harto ilustrativa, hasta qué punto las áreas de montañas son vulnerables a las intervenciones que sobre ellas se ejercen para aprovechar sus recursos, provocar amenazas que distorsionan los elementos en los que se basa la calidad y diversidad de sus ecosistemas o construir infraestructuras que alteran las características y equilibrios legados por la evolución natural.

Confluencia de los ríos Baker y Chacabuco en Cochrane, región de Aysén (AP/Jorge Uzon)

Tan numerosas son, por desgracia, las manifestaciones que reiteradamente nos ponen en evidencia el alcance de estos riesgos inherentes a la utilización de los espacios ambientalmente valiosos como abundantes, e interesantísimos, los testimonios que avalan la singularidad de los paisajes que configuran ese entramado de altitudes, tipos de relieve, modelado y formas de vida existentes en el extremo meridional de ese gran país, Chile, donde se dan, por su disposición en latitud, todos los climas del mundo.

La autorización al grupo HydroAisén, mayoritariamente participado por la firma española ENDESA, de construir en esta área cinco grandes centrales hidroeléctricas, con una potencia instalada total de 2.750 megawatios, que provocarán la inundación de 6.000 Has. y la afectación de un total de 25.000 como consecuencia de las operaciones llevadas a cabo, no es nueva. Gravita desde hace mucho tiempo como una iniciativa plenamente en el ámbito de la decisión pública, que finalmente acuerda acometerla a mediados de 2011, abriendo a partir de entonces un proceso que avanza en esa dirección, aunque no exento de irregularidades, alentado por las perspectivas creadas en el mercado de la energía eléctrica en el Cono sur americano, donde tiende a configurarse una estrategia de integración energética de gran alcance, en la que el gobierno chileno no quiere permanecer ausente.


Como era inevitable, un clima de fuerte contestación emana de un sector relevante de la sociedad chilena y de quienes en la comunidad internacional consideran que ese proyecto constituye una aberración ecológica, un desastre ambiental de enorme gravedad. Según los análisis de impacto efectuados, la construcción de estas obras afectaría a 6 parques nacionales, 11 reservas nacionales, 26 sitios prioritarios de conservación, 16 humedades y 32 áreas protegidas privadas. En ese contexto las tensiones no cesan de aumentar, a medida que se cuestiona el acuerdo de la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA), de respaldar el proyecto minimizando la intensidad de sus impactos, y cuyo informe ha sido avalado por la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, al rechazar los recursos de impugnación presentados por las organizaciones sociales opuestas al proyecto de HydroAisén. Con todo, también existe, en el fragor del debate, posiciones claramente defensoras de la actuación, que en su mayor parte – así lo he detectado a través del seguimiento de la prensa chilena – proceden de individuos y grupos de la capital, de Santiago, que, a 1.600 Kilómetros del espacio amenazado y afectado, quizá ven los riesgos matizados por la lejanía mientras permanecen convencidos de que han de primar más las ventajas obtenidas que las pérdidas ocasionadas. Su actitud no eclipsa, sin embargo, la de los chilenos que desde Santiago y todo el país cuestionan firmemente la iniciativa.


Es un clamor que también ha llegado a España, donde la opinión pública testimonia también su preocupación al respecto. El 11 de abril de 2012 se ha publicado una carta al director en la prensa española (Diario El Pais) que expresa bastante bien el sentido del malestar creado. Vale la pena leerla:

Hay ocasiones singulares y excepcionales, en las que el valor y la sostenibilidad de un lugar pasan por no tocarlo. Porque científica, técnica y simbólicamente modificarlo implicaría la pérdida definitiva e insustituible de un enorme patrimonio de todos.

Es la que tendrá lugar si Endesa y sus filiales siguen adelante con su proyecto hidroeléctrico en la Patagonia chilena. Un proyecto obsoleto, implanteable hoy en Europa, que no se ha molestado en estudiar alternativas, e ineficaz para su propio objetivo de abastecimiento energético a corto plazo. Los ríos Baker y Pascua —a los que afectaría— son dos de los últimos 30 grandes ríos que quedan en el mundo no regulados por infraestructuras humanas. Son, por lo tanto, ejemplos en peligro extremo de extinción. Sus cuencas se extienden por parques y reservas en una región en gran parte virgen e inexplorada, con algunos de los ecosistemas y paisajes mejor conservados del planeta. Cinco mega-centrales que aniquilarán el carácter prístino de los ríos y destruirán el hábitat del huemul (el ciervo más amenazado de América), acompañadas de miles de kilómetros de tendidos de alta tensión que alterarán decenas de espacios naturales protegidos no son dignas de una sociedad avanzada, ni pueden denominarse desarrollo sostenible.

Si Endesa insiste en este camino, dañará para siempre la Patagonia, y será culpable de algo más grave que el delito ecológico. Habrá contribuido a degradar la condición humana. Eduardo Crespo de Nogueira y Greer. Galapagar. Madrid

jueves, 5 de abril de 2012

El proyecto de Vegas Sand en España: ¿Hacia un modelo de país-casino, hacia la creación de nuevo paraíso fiscal o hacia otra iniciativa ilusoria más?


La iniciativa de localizar en España un macrocomplejo de ocio promovido por el empresario norteamericano Sheldon Adelson no puede permanecer ajena al debate que lógicamente provoca una operación que, al menos por lo que se sabe hasta ahora, presenta una gran magnitud en todos sus aspectos, incluyendo obviamente la territorial. Los datos con que se ofrece son, en efecto, espectaculares: por lo que se dice en la prensa, vendría asociada a una inversión de 18.000 millones de euros y a la creación de cerca de 200.000 puestos de trabajo. Son las cifras que insistentemente marcan el frontispicio publicitario de la propuesta, que de entrada provoca un señuelo poderosísimo al que resulta muy difícil sustraerse. Algo así como el maná tan deseado en estos tiempos de crisis galopante, en los que la simple expectativa de ver nacer un nuevo empleo se antepone a cualquier otra consideración.

Mas no se trata de un proyecto creador de valor añadido, de mejora de la innovación, de transformación cualitativa del sistema de producción, es decir, de aquellos elementos y factores que sustentan un modelo de desarrollo consistente, capaz de fortalecer la posición competitiva en el mundo del espacio donde se ubica. Nada de eso. Es un complejo de servicios a lo grande, un eslabón más de esa cadena de organizaciones dedicadas al consumo de bienes efímeros en torno a la economía del ocio intensivo, donde el capital fluye incesantemente para nutrir el mismo tipo de estructura que el grupo en cuestión ha puesto en marcha en Las Vegas, Bethlehem, Macao y Singapur, tres enclaves característicos del capitalismo incontrolado; un modo de entender la actuación en el territorio al margen a cualquier tipo de prejuicio, consumidor pavoroso de suelo, agua y energía, y que ahora se brinda a España para que el país del sol, de la buena mesa y de la permisividad asegurada - acomodaticia a favor de los particulares intereses que lo promueven - se incorpore a esa red vertebrada por la única lógica que deriva de la economía de casino, con todas las connotaciones y efectos, cuando menos sospechosos, que ello implica. No otra ha de ser la finalidad de la infraestructura creada, en cuyo inventario se alude a la instalación de seis casinos (con 1.065 mesas y 18.000 máquinas recreativas), una docena de hoteles, cuatro campos de golf, varios teatros.... En fin, algo sobrecogedor, al menos en teoría, pues su materialización económico-espacial aún permanece en nebulosa.

Y es que no son pocos ni irrelevantes los requisitos o contrapartidas que se han de satisfacer para que esa idea se concrete, ya que, dada su trascendencia, no puede quedar al albur de la disposición que en sentido favorable pueda mostrar una Comunidad Autónoma o un Ayuntamiento. Ha de ser un tema de Estado, sujeto a los mecanismos de vigilancia que eviten situaciones de excepción y precedentes perjudiciales en la regulación de un sistema territorial integrado. Todo permanece aún en la oscuridad que impone la prevalencia de la voluntad del magnate, ante la que, por lo que se ve, el poder político muestra una pleitesía que roza la vergüenza ajena. Sin embargo, más allá de la supeditación que parece mostrar éste hacia aquél, lo cierto es que las líneas rojas que marcan no pueden ser pasadas por alto: costosas obras de infraestructura previas, exenciones fiscales y de cuotas (durante dos años) a la Seguridad Social , concesión gratuita de terrenos, modificaciones legislativas de gran calado, con incidencia sobre la Ley de Extranjería y la legislación laboral, entre otros aspectos que contravienen la ley.

Todo ello otorga a la operación un status de excepcionalidad, más en consonancia con las características de los enclaves desregulados donde funciona en Asia que con las propias de un entorno ajustado a las normas propias de un Estado integrador en Europa. De ahí las cautelas con que los técnicos de Hacienda contemplan la iniciativa, a la que asocian con un potencial foco de blanqueo de capitales, como consecuencia de la “isla fiscal” que el tratamiento concedido acabaría configurando.

En cualquier caso, numerosas incógnitas se ciernen sobre el proyecto, que de momento su promotor ha desestimado ubicar en Barcelona dadas las limitaciones que la normativa aplicada al área prevista introducía para la construcción de edificios de gran altura. La mirada se cierne ahora sobre Madrid, cuyo Gobierno regional se deshace en elogios mientras abriga expectativas que le llevan a aceptar todo tipo de servidumbres y transgresiones de la norma con tal de satisfacer las apetencias de Mr. Adelson y de quienes le secundan. En estas condiciones - y mientras nos llegan informaciones sobre los problemas y las críticas a las que se enfrenta el modelo en su ámbito de origen - es necesario desplegar un debate sobre la cuestión, que, entre otros foros, ya está iniciado, con el espíritu crítico que le caracteriza, en el blog de Stepien y Barno.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...